Rescate de una tortuga laúd viva
Miércoles 29 de septiembre de 2010
Durante la mañana de hoy, CEPESMA ha rescatado una tortuga Laúd de 200 kilos de peso que en la pasada noche aparecía varada en los arenales de la playa pixueta de Oleiros.
A las 21:00 horas se recibía una llamada del servicio de emergencia 112 informando de su presencia en las inmediaciones de dicha playa. Personados ya bien entrada la noche, no se pudo hacer nada por rescatarl debido a la complicada orografía de la zona, la noche y al peso del animal.
Hoy miércoles, personal de CEPESMA con la inestimable ayuda de una embarcación del propio Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Cudillero y de Francisco Javier García patrón del velero Yoldia II que realiza paseos marítimos turísticos en dicho puerto, se ha logrado sacarla a mar abierto. El estado de dicho ejemplar por el momento es satisfactorio, aunque hasta que no pasen unos días no podremos garantizar su recuperación, ya que el varamiento se ha producido, según nuestras sospechas, por quedar atrapada en un arte posiblemente de nasas, por las marcas encontradas en su cuerpo, lo que puede suponer problemas neurológicos posteriores al estar en una fase cercana al ahogamiento antes de ser liberada del arte de pesca.
En el momento de ser liberada, precisamente uno de los problemas encontrados en su evolución ha sido la insistencia del ejemplar en realizar círculos sobre si misma, situación característica de ese problema mencionado , aunque posteriormente se sumergió con total naturalidad, pero hemos de esperar al menos 24 horas para garantizar que no termine de nuevo varando, cosa que es previsible en estas circunstancias.
La tortuga laúd, la mas grande de las tortugas del Planeta puede alcanzar los 600 kilos de peso, se reproduce principalmente en las costas de America Central y en el Cantábrico es relativamente frecuente su presencia, aunque en los últimos años ha disminuido alarmantemente su población mundial, siendo considerada especie vulnerable.
El pasado año, CEPESMA ha registrado 7 varamientos de esta especie, todos ellos de cadáveres en distintas zonas de Asturias, hecho nada habitual en los últimos tiempos.
Esta tortuga se diferencia de los restantes quelonios marinos en que no tiene el caparazón calcáreo, sino que esta compuesto de una estructura que simula a una piel endurecida cartilaginosa con encrestaciones longitudinales.
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